miércoles, 27 de junio de 2012

No ganó el tedio

Pensar que desperdicié unas vacaciones, todo por la recuperación post-cirugía, pero ahora que lo pienso, ¿cuántas vacaciones he desperdiciado? seguramente muchas, en algunas viajé, casi en todas no hice nada destacado; algo que me pareció positivo fue el triunfo de la mente sobre el aburrimiento. Cuatro paredes eran los limites, no daban ganas de salir, un movimiento brusco era perjudicial, la etapa de aguante, no sólo físico, también mental.


Unas vacaciones de encierro, ya habían sucedido antes, y el resultado no fue grato, ese miedo de no salir y expandir la mente, ni mirar el cielo, ni mirar la gente; pequeñas motivaciones ayudaron para distraer el aburrido tiempo muerto, en algunos momentos una buena comida ayuda a levantar el ánimo, pero por esos días comer era una actividad casi imposible de hacer.


Ya pasó el tiempo, puedo ingerir alimentos, puedo ir a la calle, puedo joder gritando y puedo estar tranquilo,    evito pensar en hechos que no sean gratos, eso que puede ser perjudicial para el estado anímico, lo que no ayude se deja a un lado, y claro en la búsqueda de esa motivación constante, yo llamaría una paz espiritual necesario para vivir.