martes, 31 de diciembre de 2019

Dedica una canción


La música siempre tan sagrada, emotiva e inspiradora, es el impulso para realizar actos valientes y arriesgados. En este caso me voy a referir al añejo acto de dedicar canciones, tal vez de esas tradiciones que era más común escuchar en relatos de nuestros abuelos y padres, donde el sentimiento se reforzaba con una creación musical completamente solemne, que derretía de amor a las personas que se le dedicaba. En esos tiempos donde eran habituales los boleros o buenas baladas, y todavía las emisoras no estaban tan contaminadas con sonidos grotescos.

Ya volviendo al presente, pienso en esa bonita costumbre y caigo en la cuenta que alguna vez hice una lista de hermosas composiciones, todas canciones extremadamente dedicables, no sólo de rock, aparecían también sonidos de salsa, boleros, tropicales y algunas canciones protesta; con el paso de los años descubrí que seguramente si los hubiera dedicado no se valorarían y se desperdiciarían en el aire.

Foto Milenio.com
Esas canciones increíbles, llenas de esperanza y luz, que son himnos perfectos para un evento especial, por ejemplo, como pasar un rato agradable con la persona que uno quiere, y que ese hermoso sonido en particular produzca llanto, escalofrío y un estallido de emociones, todo esto debe ser una sensación mutua pero mejor si lo siente el otro individuo, pero en la realidad son eventos casi imposibles teniendo en cuenta lo que escucha la gente hoy por hoy; y no los juzgo porque es lo que hay a la mano y todos tenemos derecho a oír lo que se nos dé la gana.

Mi consejo para los que les gusta dedicar canciones, regalen temas de reggaetón​. Porque al fin de cuentas, si se desperdicia esa dedicatoria a nadie le importará, el reggaetón​ está para los ¨amoríos¨ fugaces y las relaciones de una noche, esas  que no importan, no será sublime y todavía no conozco a nadie que en sano juicio se derrita de amor por una composición de reggaetón​ (de pronto prendidos les producirá lujuria y calentura) pero una melodía dedicable trasciende el cuerpo y se queda en el alma, es por eso lo delicado de destinar algo grandioso y único. Posiblemente la sonoridad que alguna vez quise ofrecer está, y son muchas, pero la desempolvaré para el día que me case y que no haya sentimientos fugados, por estos días a la única que le dedicaría una canción es a Daisy Ridley ;)

domingo, 14 de julio de 2019

Una red más



Un mes usando la famosa red social Instagram, donde he podido encontrar a muchos amigos, que me han seguido, de ante mano gracias por eso.


Fueron muchos años donde me rehusé a entrar en esta plataforma, la red de moda, con un gran crecimiento exponencial comparada con otras redes sociales.


Siempre le saqué el jopo porque la vi como la típica red farandulera, como diría un amigo ¨una creación para famosos¨ o como la noté en algún momento, el lugar para el narcisismo desenfrenado de los pequeños influencers de vereda que buscan explotar algún mercado. Tal vez es el desahogo de la gente que muestra una vida ¨perfecta¨ intentando evadir sus problemáticas cotidianas, todos hemos hecho eso por épocas, pasar el rato en redes sociales, lo hice yo hace muchos años en Facebook, evadir y distraerme de otras formas, aclaro no como influencer, sólo como un usuario desparchado.


Menciono que no todos son así, hay contactos que suben grandes imágenes que sin duda vale la pena observar, no todo es caca, muchos de ellos muestran su verdadera satisfacción personal, alejados de figuraciones llamativas.


¿Pero que no me gusta de Instagram?


Fotos pixeladas cuando se amplían, es casi imposible detallar del todo una imagen, eso pasa en Facebook, donde una foto trabajada se desperdicia.



No se pueden subir fotos desde el pc; es algo que pensé que lo habilitarían con el tiempo, pero nunca pasó, hubiera sido chévere esa opción. 

Se come todos los datos, y uno a punta de recargas…

Veo que se ha vuelto una alternativa para empresas, pero ahí me queda una duda, ¿Hasta qué punto será productivo? Porque he visto que, en algunos perfiles con una cantidad respetable de seguidores, pero cuando publican, las interacciones son nulas, pocos likes y reducidos comentarios, a diferencia de lo que uno puede ver aún en Facebook.


Instagram es una red social más, seguramente muchos le sacarán el jugo, para los que quieran buscar likes fáciles puede ser muy convincente, pero al final si yo quiero ver fotos acudo a la vieja confiable: Flickr y 500px, páginas donde se puede apreciar todo tipo de imágenes con buena resolución y descripciones en lentes y modelos de captura. Me dirán, ¨Instagram es una app para celular y esa es la gracia¨, pues he visto muchos fotógrafos que la usan, y suben las fotos con sus cámaras profesionales a dicha plataforma, como lo mencioné en un párrafo anterior, tendría una relevancia brutal desde una laptop, pero por la densidad de usuarios, muchos prefieren viralizar a costo de calidad.



También tiene aspectos positivos, por ejemplo, es muy simple de manejar, de allí su éxito seguramente. Es una red para famosos o para los que quieren serlo, realmente veo que los famosos le sacan el jugo a esa vaina, publicando historias cada media hora, muchas veces con términos mercantiles, ofreciendo productos y servicios, un gran negocio para ellos, muy bien. 

Los filtros que aparecen para las fotos me parecieron chéveres, pero en vez de esas opciones para la imagen siempre preferí Lightroom, así sea para un mínimo detalle de alguna fotografía. 

Haciendo símil de lo que es una red social, debo precisar que, si quiero ver memes mezclados con noticias actuales, también información relevante, entro a la cloaca de Twitter, que se volvió un mierdero lleno de opiniones incendiarias y personas muy susceptibles a cualquier trino desprevenido, claro que casi todos escriben con dardos envenenados. Se pueden subir fotos también. 

Si quiero chatear o mensajear, tengo WhatsApp, que es la que más uso para enviar mensajes a conocidos y personas más cercanas, y obviamente Facebook que ya no uso para mensajes, es una rareza, aunque la uso para conseguir algunos contactos del momento y ver una que otra noticia.



He podido notar que muchos usuarios que en su momento ¨daban lora¨ en Instagram ya han dejado de hacerlo, seguramente saturados por lo mismo, yo me imagino que debe llegar un punto donde los ¨me gusta¨ no logran satisfacer a los habitantes de estas redes virtuales.


Siempre llegamos a una etapa donde nos hartamos de las redundancias en redes sociales, lo más probable es que en poco tiempo sienta la necesidad de parar algunas plataformas de interacción virtual para volver a los mensajes. Ah, no se me podía olvidar, tengo varios correos donde me comunico con entidades y personas un poco más adultas que mis amigos, el e-mail lo reviso diariamente desde hace muchos años, ese medio no se puede dejar de usar, le mandaré mails a mis contactos con este texto, pero la verdad no creo que revisen muy a menudo este sistema de comunicación que se ha vuelto primitivo para muchos.


No me quiero volver como esos famosos que publican lo mismo en todas sus redes, iba por ese camino, pero al fin de cuentas, tengo pocos seguidores, soy otro gato más en el lugar donde confluyen las mayorías, lugares repetitivos, más de los mismo… seguiré creando spam con mis enlaces de canciones que nadie escucha. (No me dejen de seguir).