domingo, 30 de octubre de 2011

Enredo acuoso

Escasez es sinónimo de miseria, y qué más problema que la carencia de agua; sin agua no hay estudio, ni trabajo, menos motivación, en pocas palabras, no hay vida. En las ciudades muchos desperdiciamos el vital recurso, quizás porque nunca imaginamos que nos falte en algún momento; cuando se corta el flujo acuoso, todo es como si no sucediera nada; nadie se imagina que lo común, tener agua, se convirtiera en un caos. Al pasar las horas y los días los desprevenidos comienzan a crear algo de conciencia de la situación, en este punto todos los chorros, quebradas y nacimientos de agua cumplen una función valiosa para existencia de organismos. Tanta tecnología queda obsoleta y todo está encaminado a obtener agua.

Un nacimiento de agua puede ser en una situación limitada como un oasis, un pequeño paraíso para los que necesitan liquido con urgencia, puede ser como una salvación tener en el propio barrio un punto donde se puedan abastecer muchos, cientos de parroquianos secos, algunos enardecidos y vociferantes.

Y conforme pasaban los días el lugar era similar a una ciudad de fantasmas, con negocios cerrados, calles solas y también con el viento que originaba un eco desconcertante por momentos, esta era Manizales, algo post apocalíptico, nunca imaginado en el siglo XXI, una catástrofe que la pudieron evitar, pero como siempre la negligencia de los gobernantes arrasó con el mismo pueblo, el pueblo que promulgan defender y ayudar.

1 comentario: