Otrora años era grato dialogar horas con las personas en
cualquier esquina o parque, no importaba la hora o el clima, eran charlas
entretenidas y llenas de historias comunes; pero con la llegada de las redes
sociales, y esa vida virtual, se generó toda una experiencia en la internet
para comunicarse con las demás personas, ya era más factible ver a alguien
conectado en Msn que encontrarlo por casualidad en una calle. Me parece ridículo
cuando uno sin querer envía abrazos y besos con esos iconos gestuales chocantes,
cuando antes esas muestras de cariños se hacían personalmente, bueno, pero
hemos llegado a ese punto donde las personas de la misma ciudad se aferran a un
teclado y a una pantalla, se entierran en la comunidad virtual, hacen amigos
virtuales, qué estupidez, ¿alguien que uno nunca ha visto en persona cómo se
puede considerar amigo? no tiene sentido, pero ocurre, los sensatos vieja
guardia que conservan las charlas de café son pocos, sin duda la mayoría
prefieren estar alejados de los seres de carne y hueso, ellos prefieren pasar
el tiempo viendo como otros viven, la red vuelve perezoso y sedentario al
individuo, uno se vuelve así, muchos nos volvemos así.
Por momentos regidos por lo que se haga en el universo
virtual, no digo que sea malo, pero esto conlleva a la mortandad de costumbres
beneficiosas, entre ellas conversar, pero conversar de verdad, mirar los gestos
de la gente, un risa, un ademán, cierto tono de voz, algo característico de
cualquier personaje, también el aspecto, si es una mujer el olor o vestimenta,
eso es importante. No olvidemos una llamada, eso siempre será más interesante
que un inbox, un mensaje instantáneo o un trino. Claro, las largas
conversaciones telefónicas también se han perdido, eso es lo que veo. O será por que nadie me llama, puede ser.
Las relaciones humanas se forjan
con intereses de intercambiar ideas, y también con el propósito de conocer bien
a la gente. Y uno conoce al que sea compartiendo, pero no por chat, como muchos
quieren hacer creer, el chat se presta para mostrar facetas incoherentes de las
personas, donde llegan malentendidos por los códigos que se manejan, y como no
se tiene el recurso gestual para reforzar una idea es complicado que en muchas
ocasiones se pueda explicar lo que se dice, en unas cuantas líneas de verborrea
barata.
Las pantallas y la internet a veces
se vuelven embudos, donde muchos nos diluimos y nos quedamos levitando, como un
vicio, algo que se puede tornar monótono. Así como llegar a la casa,
sentarse en frente del teclado y por inercia “hablar” con la gente, nunca han
pensado ¿cuántos de esos que hablan con nosotros por chat supuestamente nos
ponen cuidado? Me imagino que pocos se interesan, se nota cuando muchos dejan
de contestar y ni siquiera dicen algo por su demora, pero si fuera frente a
frente sería lo contrario, porque ahí, la charla fluye como sea, y más si es
con amigos. Pero repito, que no se pierda esa bonita costumbre de hablar con la
gente, en un parque o pasillo, cambien el chat por el diálogo real, es para
todos, menos zumbidos y más abrazos, menos caras felices J y más sonrisas brillantes,
menos ojos de sorpresa O.o y más miradas sinceras, no perdamos las buenas
costumbres queridos amigos.
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